Mientras el agua salvaje
encuentre donde saciar
el cristalino de su embalaje
y un paraje donde amansar
la energía con que empezó su viaje
habrá vida,
mientras el optimismo
siga presente en nuestra alma,
empezar de nuevo no será fatiga
si no más bien la energía
que nos inducirá hacia nuevos sueños,
mientras el coraje sea un arma
que se lance desde el corazón
no habrá conquistados ni heridos
ni tan siquiera miedo por desconfianza,
mientras nos emocione
el sonido que producen algunas voces,
las lágrimas solo sirvan para planchar
los surcos producidos por la sonrisa
y el cerebro humano
deje de actuar en pasado,
sin disfrutar por ello del presente,
con lo que esto resta
a abrir nuevos caminos a un futuro
borrando los que hicieron tanto daño,
sus memorias podrá leerlas
en cualquier libro de historias
donde sigue enquistada la ofensa
y un cerebro dañado es incapaz
de desarrollar la paz
que tanto necesitamos para vivir
en libertad...