
Raras pero a veces pasa
cuando los caminos se cruzan
las vidas se desocupan
y aparece la emotividad,
la genialidad se convierte en magia
y el pincel de Franck es capaz
de deslizarse ágil dando vida
al lienzo con cara protagonista,
un festival de colores gobernados
por el oscuro negro africano
y la alegría blanca de la sonrisa,
artistas sin sombras
en un encuentro escaso
con la intensidad refleja
de lo que persiguen ambos,
la suerte de cruzarse con gente
que valora su trabajo
con agradecimiento y encanto…