Hay días que se hacen momentos
que las ojeras superan a las ideas,
que el miedo aviva nuestro infierno
con aires de contrariedad
porque un bello niño travieso
se convirtió en un lindo “pescaito”
cuando todo el mundo
quiso darlo por perdido
para no dar crédito a la triste realidad,
te extrañamos desde nuestra angustia
en este mundo para ti muy grande
por algún que otro cerebro enfermo
y muchos corazones ciegos,
te queremos sonriente en tu mar de cristal
con rumbo a ninguna parte
nadando y sonriendo sin freno
regalándonos lo único
que aprendiste en tu corta edad,
caritas rellenas de alegría
rebosantes de acción y secretos
por un futuro que te han robado
por fama... dinero…. celos?
maldigo la mente que se atrevió
a dar este paso y tan solo le deseo
que cada segundo de su vida
el mismo odio que le otorgó esa fuerza
tenga el privilegio de hacerle presente
que el que a hierro mata,
poco a poco asesina a su propia mente…