Hubo un tiempo
en que me agarré al desamor
con tanta persistencia,
que no quedó otra solución
que pedir perdón al amor
por mi incoherencia,
que linda gemía mi vista
mientras mi pensamiento
arrogante y embustero
por causa tan noble
cerraba los ojos y enrojecía,
valiente guerrero
le gritaba mi corazón
y es que cuando uno nace
poeta y caballero
el amor forma siempre parte
de tan noble condición …