Aun hoy me asombran aquellos días
en que una mujer sin más armas
que sus ganas por hacer
lo que muchos hombres no les dejaban,
se ganaron un destino de confianza
dentro de una sociedad que las relegaba
al oficio de criar hijos y la cocina,
hay que haber cumplido unos años
Para entender que en ese campo de batalla
ni tan siquiera había dos baños
que el mando era ejercido por hombres
educados en los principios
de que el género femenino
les pertenecía no solo de nacimiento
si no también de pensamiento,
ignorantes de su trascendencia
a la hora de salir hacia adelante
por su condición de menos fuerte
supieron hacerle frente con inteligencia
eliminando estereotipos
que confunden más que ayudan
como el del odio, cosa que nunca
escuché salir de la boca
de ninguna mujer realmente luchadora,
seguid en la lucha porque hace falta
una igualdad de derechos justa
y esta nunca será posible
mientras el hombre recurra
a la muerte para demostrar
que es el más fuerte,
uno de los derechos mas pisoteados
en este proceso igualitario …