A veces siento que me duelen
tanto las penas como las alegrías
las primeras por ser tan largas
y las segundas por su corta vida,
hay veces en que la tristeza
juega con mis sentimientos
de la misma manera que la dicha
rejuvenece mi cuerpo,
pero es el dolor el que me cambia
porque nací llorando
y esas las lágrimas fueron arrugando
cada día más mi semblante…