A veces llegar tarde
lo confundo con silencio
y es por eso que, a la muerte
la espero gritando tan fuerte
que no quiero me encuentre afligido
pensando que nunca me hablaron de ella,
me preocupa que crea que no la conozco
y se ría pensando que me ha engañado,
el terror a estar solo quizás sea
lo que me anima a gritar tanto,
porque no tengo claro si solo
es el payaso enlutado que te abre la puerta,
o se queda contigo como compañera de viaje
y en ninguno de los casos quiero que crea
que busco la fama en un destino desconocido,
que me mueven únicamente
las ganas de seguir aguantando
mentiras y sinsabores ya conocidos
con la alegría de seguir riéndome de ella…