Los niños en la calle
jugando al corro,
mientras las mulas sedientas
asfixiaban su sed en el abrevadero,
con ánimo de salvar sus penas,
los jilgueros revoloteando
las encinas de las que cuelgan
farolillos de fiesta, a la espera
de que mozos y mozas
rompan la amargura de la tierra
bailando y bebiendo
todas las canciones nuevas
con letra poeta y corazón revolucionario,
añoranzas de un tiempo pasado
con tristezas del recuerdo
asentadas en Sorihuela…