Ten miedo de mis silencios
porque entre sus sombras se esconden
una cantidad notable de pensamientos
que me condujeron casi siempre
en el exiguo éxito en el que me muevo,
nunca tuve miedo a empezar de nuevo
pues cada vez que miro al cielo
cierro los ojos despacio
para sentirme la clase de preso que soy,
encerrado tras las rejas de mi cuerpo
antes de sentirme humillado por palabras
que mi boca no se atrevería a pronunciarlas,
me encanta caminar acompañado
sin intentar nunca convencer a nadie
de que su brújula marca el sentido equivocado
a pesar de no coincidir con la mía,
a veces intento salvar el mundo
a través de mi poesía escribiendo
versos que ni yo mismo entiendo
mientras entre mis recuerdos destacan
aquellos que me herían tanto,
pensando en gente mayor rendida
en su pasividad por salvaguardar
a los demás ante la mentira
el egoísmo y el desencanto,
pero ese mismo proceso y mis pasos
me enseñaron que la felicidad no está perdida
que esta se encuentra a nuestro lado
en nuestro tiempo y el que dedicamos
a amigos, familia y trabajo …