Como flor de romero venida a menos
bajo soles entre los que no supo
disimular su sombra,
me miraba con ojos de amiga,
corrían vientos de envidia
que como libros prohibidos
de esos que nadie mira
por encontrarse arrinconados
llenos de polvo y desidia,
perdieron su lustre extraño
andando de estante en estante,
puede que seas una mujer venerable
ante los ojos del que como tú
solo es un adorno de encaje,
poderosa por almohada
que solloza en la misa
pero no sabe ni hacer la cama,
fugaz como tu anhelo de encanto
no has sabido envejecer
ni atravesar puertas inalcanzables
porque personas como tu
que no saben de la fuente del placer
solo sueñan los sueños de otros,
adiós hastío de estrella lejana
que se estrella como marinera
buscando en tierra
tesoros que solo se encuentran
enterrados bajo el agua
y cuesta trabajo desenterrarlos…