Giré los cuatro puntos cardinales
apuntando a un no dar
ni la vuelta al mundo
ni al horizonte en alta mar,
creando un espacio vagabundo
floté como oro en procesión
mientras entre claveles desenfundo
armas de no dar
y es que si rio no fundo,
si lloro profundo
ruedo como viento
sin tristezas que alinear,
armé mi alma preparada
como aire que viaja
sin impulso de nadie
descubriendo que sin respirar
no se disfruta de los nervios
de los que se goza al caminar…