Que lejos me siento
de aquellos que piensan
que su historia es universal,
sin pararse a pensar
que la de los demás
es igual de importante
cuando se lleva escrita
con esfuerzo y la verdad,
que cerca me queda
la universalidad de gente abierta
que a pesar de no
entenderse por el idioma
lo intenta con una mueca
provocando la sonrisa,
un idioma universal
para el no hacen falta armas
pues se defiende con el alma
y con la genialidad
de no ser más que nadie…