Mientras el agua siga moviendo
la rueda de tu viejo molino,
que engrase y repare sus aspas
no faltará en la panadería trigo
y las gentes de Sorihuela
seguirán disfrutando del agua de tu rio,
que lejos quedaron aquellos tiempos
de casino bebiendo y jugando la partida
o en los futbolines cerca de la iglesia,
fumando que hacía más hombres
a falta de una triste biblioteca
donde aprender lo que no enseñaban
en la escuela,
la cultura y el arte son dos virtudes
que cautivan por su alegría
y por el largo de sus miras
hacia un futuro en paz y de trabajo,
tiempos nuevos de vida
alejados de los pasados que a tanta gente
obligaron a dejarte por su hambre y espanto…