Firmé un pacto secreto con tu sonrisa
el día que intentaba un verso contigo
y aparecieron en mi pantalla,
montañas de fotos con tu cara
que apagaron de repente
mi fuente de melancolía
abriendo el horno del infierno,
donde sin pretenderlo se quemaron
uno a uno nuestros recuerdos
dando vida nueva a la alegría,
eclosión de pasiones primaverales
que vaciaron los otoños de nuestras mentes
en las que explotaron tormentas
con rayos teñidos de tantos colores
como amaneceres nuevos,
mi reino tu y yo y al frente
un mal de ilusiones que nos arrastraron
hacia la dicha de la sonrisa
sin preguntarnos nunca de donde veníamos
y mucho menos por el destino
hacia el que capitanearemos
la nave de nuestros secretos…